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JUAN JESÚS
YELO CANO

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BIO DEL ARTISTA

Nacido en Cartagena en 1.964. Licenciado en Musicología y Doctor por la Universidad de Murcia dedica 35 años a impartir Educación Musical en todos los niveles de la enseñanza. También es Diplomado Iberoamericano en Patrimonio Sonoro y Audiovisual.

Es miembro de agrupaciones musicales de todo tipo, desde música coral, hasta música experimental, pasando por agrupaciones folclóricas, grupos de rock como bajista y bandas de música como fagotista. En los últimos años ha derivado su labor investigadora como profesor del área de Música de la UMU hacia el terreno de la música experimental y la creación musical basada en paisajes sonoros.

Participa en el Festival de Arte Emergente AlterArte 2009 y en Murcia Materia Sonora en 2010 con Francisco López. En 2012 es comisario de una exposición de trabajos de alumnos de Secundaria en el Museo de Bellas Artes de Murcia y en el Laboratorio de Arte Joven en torno a la composición de paisajes sonoros imaginados basados en obras pictóricas. Ese mismo año participa en la Noche de los Museos de Cartagena, En el año 2015 es seleccionado para participar en una twitter-residencia artística en la 9ª Muestra Sonora de Arte Sonoro e Interactivo ”In_Sonora” celebrada en Madrid en marzo de 2016.

Ha realizado numerosas exposiciones sonoras, como: Quijote Susurrado, Confinescapes, Viaje alrededor de mi cuarto, Silecio o Tuyo Es.

Es miembro fundador y Secretario de Intonarumori, Asociación Murciana de Arte Sonoro y Música Experimental, colectivo que pretende, entre otro fines, mostrar y defender las propuestas de músicos experimentales y artistas sonoros, estimular la creación musical y conservar la Memoria Sonora de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

OBRA PRESENTADA

El nombre del mundo es agua - ExcerptJuan Jesús Yelo Cano
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DESCRIPCIÓN DE LA OBRA

EL NOMBRE DEL MUNDO ES AGUA

Instalación sonora (2021)

El mar. La mar. Lo mar.

Navegante no hay deriva, sino estelas en la mar

La obra sonora que propongo se caracteriza por la propuesta de viaje que hace al espectador. Un aventura hacia diferentes lugares sin moverse del sitio, una travesía hacia lo desconocido donde acabamos encontrándonos con nuestro yo creativo más escondido, ya que la obra nunca aparece acabada y es siempre el espectador el que debe concluirla, bien con su movimiento a través de la sala y su discurrir entre altavoces y artefactos sonoros, bien en su interior a través de una escucha concentrada y profunda.

 

Los elementos sonoros que aparecen en todas mis obras tienen una referencia concreta y, para mí, una gran conexión personal y muchas veces emocional. Si aparecen voces, estas serán de amigos o conseguidas a través de ellos. Los textos leídos tienen sentido en relación con la obra, estén deconstruidos o no en aras de la expresión sonora. Los elementos del paisaje sonoro están siempre presentes y de algún modo son las raíces que me unen a la realidad y que, tratada digitalmente, me permiten transportarme a cualquier universo y compartir ese viaje con el escuchante público.

Las relaciones sonido/espacio en mis instalaciones se convierten en el centro de la exposición, son obras que obligan al espectador a recorrer el lugar buscando nuevas perspectivas de lo escuchado, modelando el espacio hasta que el paseante se acomoda en lo sonoro. Y es en ese momento cuando el oyente se convierte en escuchante y se produce esa reflexión sobre el sonido, abandonando la referencia de lo visual y construyendo universos infinitos y a la vez personales e intransferibles donde abandonarse a la experiencia de la vibración y haciendo de la escucha un acto voluntario que nos permite comprender mejor el mundo que nos envuelve.

La muestra de arte contemporáneo CIRCUMNAVIGATIO es una celebración de los sentidos. Por tanto, la presente instalación sonora pretende que el público fije su atención en la escucha, en este caso, en la escucha interior. La propuesta El nombre del mundo es agua invita a acomodarse en un “espacio físico” que el espectador debe convertir en íntimo durante un “espacio de tiempo” contradictoriamente atemporal. Dejarse inundar (el agua, otra vez) por la resonancia de las ondas acústicas y flotar (…) sobre ellas, permitiendo que la experiencia vital de cada escuchante transporte su mente a un lugar diferente, exclusivo, personal. Se invita al auditorio a que visite la instalación una segunda vez y compruebe cómo su estado de ánimo o la hora del día le permite hacer un nuevo viaje sonoro que nada tendrá que ver con el de la primera escucha.

El nombre del mundo es agua es una travesía sonora que (per)sigue la ruta marina de la nao Victoria. Combina sonidos de la naturaleza (mar, lluvia, viento, vegetación, fauna) con sonidos humanos diversos discursos humanos en diferentes lenguas, casi siempre (per)siguiendo el relato de Pigafetta, Primo Viaggio Intorno al Globo Terracqueo. La contemplación de esta obra nos debe posibilitar hacer un alto en el camino espacio/tiempo cotidiano y permitirnos alejarnos de la escucha de lo común para posibilitarnos establecer un diálogo con nosotros mismos que nos conecte con el espíritu aventurero de un puñado de hombres que, no se sabe muy bien por qué, un día iniciaron la aventura en la que hoy les acompañamos.

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